Tras conocerse que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, también han sido víctimas de la presunta trama de espionaje mediante el programa Pegasus, las reacciones de los líderes independentistas --que llevan semanas señalado al Gobierno, sin pruebas, como responsable directo-- no se han hecho esperar.
Pese a este giro inesperado de los acontecimientos, que convierte al responsable en víctima, el Govern se lo toma con escepticismo. Los dirigentes secesionistas han dejado de ser los supuestos únicos afectados en esta trama de espionaje masivo, pero siguen en sus trece. "Es el Gobierno español quien tiene la responsabilidad de restaurar la confianza porque es él quien la ha roto", ha manifestado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que acusa al Ejecutivo central de “ir muy falto de credibilidad”. Sin embargo, no parece que el Govern --siempre tan dado al victimismo-- esté para dar muchas lecciones.