Margarita Robles, a la que no se le puede negar su sentido de Estado, podría pagar las consecuencias de la mala gestión que ha hecho Pedro Sánchez sobre el caso Pegasus. La ministra de Defensa defendió al CNI español de los ataques del independentismo, mientras el presidente del Gobierno prometía máxima transparencia, tras permitir que ERC y Bildu se incorporen a la Comisión de Control de los Créditos Destinados a Gastos Reservados, conocida comúnmente como la comisión de secretos oficiales.