Que KKH Property Investors haya apostado por invertir en la construcción de viviendas de lujo en Barcelona --las exclusivas Mandarin Oriental Residences, con precios de entre 2,5 y 9 millones de euros por unidad-- es una muy buena noticia para la ciudad y su sector inmobiliario de alto standing.
Sin embargo, el fondo presidido por Josep Maria Farré debería ser más diligente en un proyecto como este, llamado a ser un referente en Barcelona. Las viviendas de la Torre Deutsche Bank debían haberse empezado a entregar a principios de 2021, y ahora se prevé que no estarán antes de finales de 2022, tras varios aplazamientos. La pandemia no es excusa para un retraso de casi dos años, de momento.