El Govern quiere que los castellanohablantes hablen en catalán como sea. Y con esa finalidad, la Consejería de Cultura ha decidido emprender una campaña de publicidad institucional sobre el Plan Nacional por la Lengua, de la que se van a beneficiar los mismos medios de comunicación de siempre.

El contrato, que ahora sale a concurso, asciende a 170.000 euros. Todo dinero es poco para blindar la inmersión lingüística monolingüe y desobedecer a los tribunales, que ordenan impartir al menos un 25% de horario lectivo en castellano en los colegios.