Josep Lluís Alay es uno de esos cargos de la Generalitat que cobran mucho más que el presidente Pedro Sánchez. Pero, oficialmente, nadie conoce su agenda como jefe de la oficina de Carles Puigdemont. El Govern le ha eximido de dar explicaciones sobre sus actividades porque, según alega, los cargos eventuales no están obligados. Eso añade opacidad a sus viajes a Rusia para buscar aliados del independentismo. El cienmileurista está en el foco judicial y político por alentar esa trama, que ha tensionado todavía más las relaciones entre JxCat y ERC.