El Tribunal de Cuentas le ha dado un balón de oxígeno a los independentistas al cambiar de criterio y dictaminar que los avales del Govern destinados a evitar los embargos de los dirigentes investigados por el procés son viables. Pero ni por esas pueden fumar la pipa de la paz Junts per Catalunya y ERC. Ambos partidos se han enzarzado en una pelea infantil por la paternidad de esos fondos.