Los impulsores de que el Museo del Hermitage se instale en Barcelona han tirado la toalla. Las trabas del ayuntamiento liderado por Ada Colau han provocado que un proyecto de estas características haya declinado invertir más en la Ciudad Condal. 

Tras este varapalo, el teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, ha celebrado la decisión de los inversores: "El Hermitage se va, la cultura se queda". Unas declaraciones muy desafortunadas si se tiene en cuenta el perfil del proyecto que su partido ha vetado.