Josep Gonzàlez-Cambray
No parece que esa excelencia de castellano entre los alumnos catalanes de Primaria, de la que tanto presume el consejero de Educación de la Generalitat, se corresponda con la realidad. Para muestra, la redacción de dos niños de nueve años, llena de faltas de ortografía, desvelada por la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB). Si Josep Gonzàlez-Cambray aceptara abordar una revisión de la inmersión con menos activismo y más criterio pedagógico, quizá no sería necesario sacarle los colores.