Roger Torrent hace bien en desmarcarse de los elogios que Junts per Catalunya (JxCat) hacia Glovo, una empresa de reparto conocida por la precariedad de sus riders. Que la consejera Victòria Alsina la ponga como modelo a seguir es obsceno. Pero las palabras del consejero de Empresa no son del todo creíbles, porque ERC sigue gobernando al lado de quien discrepa ideológicamente en asuntos tan sensibles como es el modelo económico. Frente a las posturas ultraliberales de los neoconvergentes, a los republicanos parece que todavía les queda algo de sensibilidad laboral.