El consejero de Educación Josep González-Cambray apunta y Plataforma per la Llengua dispara. Pero luego se lava las manos. Primero pone en pie de guerra a la comunidad educativa por la supuesta escasa incidencia del catalán tanto fuera como dentro de las aulas, y luego da un paso al lado, asegurando que no le conciernen las campañas de la autodenominada "ONG del catalán" en las escuelas. En realidad, es una nueva versión de aquel "apreteu, apreteu" de Quim Torra dirigido a los CDR, pero en versión lingüística.