Isabel Ferrer
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha dado apoyo a la petición del Procicat de extender el uso del pasaporte Covid porque la situación epidemiológica así lo indica. Es lógico que se pida y es perfectamente coherente que el Alto Tribunal catalán apoye la iniciativa, ya que es la forma más efectiva de evitar que el coronavirus se descontrole de nuevo. Con todo, se necesitaban directrices claras para saber cómo y cuándo se debe usar. Y aquí las instituciones implicadas en dar seguridad a la ciudadanía sobre la pandemia han fallado.
El caos ha llegado al punto de que el TSJC ha tenido que aclarar su primera notificación para subrayar que en teatros, cines o circos, entre otros espectáculos, solo se solicitará si se realizan actividades de restauración o de baile en su interior. Esta es una de las dudas que se habían generado con la notificación de su extensión. No es la mejor forma de dar una imagen de solidez en las decisiones que se toman, la única forma para convencer a los que aún se resisten a vacunarse. Es decir, a obtener el certificado Covid.