El Govern, presidido por Pere Aragonès (ERC), sigue empecinado en negociar los presupuestos de la Generalitat con la CUP pese a que, ahora, los antisistema someterán a sus asambleas el proyecto de cuentas autonómicas del año que viene.

No es razonable seguir confiando en la formación radical de extrema izquierda y rechazar la mano tendida del PSC y los comuns para sacar adelante unos presupuestos razonables y transversales en un momento trascendental para la economía catalana.