Los problemas crecen para Ada Colau. Cerca de un millar de personas se manifestaron ayer en la plaza Sant Jaume para denunciar su gestión. Ese mismo día trascendían sus incoherencias ideológicas, ya que desde que está al frente de la alcaldía, ha realizado uno de cada cuatro viajes, considerados de corta distancia, en avión a pesar de anunciar que los prohibiría. Y para rizar el rizo, la dirigente de los comunes ha optado por la política de hechos consumados y dar luz verde a una empresa pública de vivienda a pesar de estar en manos de la justicia.