El conseller de Salud, Josep Maria Argimon, se ha sincerado (incluso indignado) sobre la falta de recursos de la sanidad pública catalana, en un mensaje que ha lanzado a sus propios compañeros de Govern. Eso le honra. Como médico, sabe mejor que nadie lo que necesita el sistema para aguantar en tiempos de pandemia, y es mucho más de lo que recibe ahora. No obstante, debe ser sincero consigo mismo y valorar si, una vez doblegado el virus, debe seguir al frente de la consejería o bien aplicar sus conocimientos y su experiencia en otros ámbitos más relajados.