El consejero de Sanidad catalán ha lanzado un nuevo mensaje de optimismo sobre el avance hacia la superación del momento más grave de la pandemia de coronavirus. Anunciar que la autonomía ya está lista para cerrar los vacunódromos es un anuncio necesario. Con todo, no se debe confundir con el fin de la crisis epidemiológica o el alcanzar la inmunidad de grupo.
Cataluña, igual que el resto de España, puede sacar pecho de la buena marcha del proceso de inmunización de la población a pesar de todos los problemas del camino. Pero tiene pendiente inocular la única barrera que existe contra el Covid-19 a la población más joven, la que mantiene una mayor interacción social y donde se concentra buena parte de la transmisión actual. Hasta que la protección de este grupo de edad esté más avanzada y se superen las reticencias de los negacionistas y de los que no se fían del desarrollo de las vacunas no se puede declarar el éxito.