Para ser "historias de fantasmas", como dijo en TV3, las conexiones rusas están muy presentes en las conversaciones entre Josep Lluís Alay y el abogado Gonzalo Boye. Ambos se muestran entusiasmados con los contactos e incluso intentan evitar "molestar" a Putin. Como si el dirigente ruso estuviera muy pendiente de los tuits de Carles Puigdemont y compañía. Lo de "fantasmas", a juzgar por los mensajes desvelados por Crónica Global, tenía otro significado.