El concepto que destacados dirigentes de la Generalitat tienen de la democracia y de la libertad de expresión e información en los medios de comunicación públicos pagados por todos volvió a quedar ayer en evidencia con la campaña de acoso y derribo que algunos diputados de Junts per Catalunya (JxCat) lanzaron contra TV3.
Por el simple hecho de recordar, en un tuit del Canal 324, que el ensayo clínico de la compañía catalana Hipra es el primero en personas "de una vacuna española contra el Covid", la secretaria del Parlament Aurora Madaula y diputados como Salvador Vergés o Francesc De Dalmases saltaron a la yugular de la televisión pública catalana en sus redes sociales. En el caso de este último, incluso, con insultos --enviándola literalmente "a la mierda"-- y amenazas veladas contra sus trabajadores como esta: "Tenemos trabajo, y lo haremos". O sea, como si los medios pagados por todos fueran un cortijo a su disposición o el jardín privado de su casa.
En definitiva, una muestra más del autoritarismo, la intolerancia, la hispanofobia, el ultranacionalismo y el afán censor de algunos de los más insignes representantes de la formación posconvergente, que gobierna la Generalitat desde hace más de un lustro junto a sus socios ERC. Y cuyo acoso, para colmo, parece surtir efecto, pues TV3 acabó cediendo a sus presiones y malos modos publicando horas después un segundo tuit sobre la misma cuestión cumpliendo sus exigencias: es decir, eliminando la alusión a "España" --algo que ya ocurría, de hecho, dentro de la noticia, donde se habla, como de costumbre, de "Estado"-- y diciendo que Hipra tiene "sede en Amer, en La Selva". ¿Casualidad?