El vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, dio un pésimo ejemplo al escaparse al sur de Francia a una comida masiva con Pilar Rahola y su marido. Ágape en el que participaron un mínimo de 21 personas. El número dos del Ejecutivo regional desdeñó así la recomendación "parar" la actividad que ha dado el gabinete para que el que trabaja, algo que le afearon el conseller de Salud y el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona