La equiparación de los permisos de maternidad y paternidad en 16 semanas ya supuso un hito para el país. Plantear la prolongación hasta los seis meses para ambos progenitores, o que se pueda acumular en el caso de familias monomarentales o monoparentales, será otro paso más en un Estado que necesita mejorar su tasa de nacimientos para asegurar su futuro.
Se deben dar facilidades para mejorar el saldo neto de población, y solo con facilidades para la crianza se alcanzará este objetivo. La ley que ha anunciado la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 avanza en este sentido y garantizaría, por ejemplo, que se pueda cumplir con los seis meses de lactancia materna exclusiva que recomienda no solo la OMS, sino la propia Asociación Española de Pediatría (AEP).
El único peligro del borrador que se quiere tener listo para finales de año es que la mezcla de objetivos y la inclusión de otro tipo de medidas que vayan más allá de ampliar la baja impida aunar el consenso necesario para que llegue a buen puerto. Ahora le toca al Gobierno negociar tanto con los partidos con presencia en el Congreso como con los agentes sociales.