La suya es una operación arriesgada, pues todavía no tiene garantizados los apoyos necesarios, pero la propuesta de Pere Aragonès de gobernar en solitario ha desencallado las negociaciones y obliga a mover ficha a Junts per Catalunya (JxCat). Comienza una semana decisiva en la que el objetivo principal es convencer a En Comú Podem.