Nadia Calviño, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, ha dado un paso prudente al revisar a la baja la estimación de crecimiento para 2021 debido a que la economía ha tenido un peor comportamiento del previsto en el primer trimeste. La rebaja real de la estimación ha sido de siete décimas (desde el 7,2% al 6,5%) pero no han sido pocos los que han recordado la referencia del 9,8% que la socialista dio como posible el pasado otoño, bajo premisas que no estaban bajo su control; entre ellas, la llegada de los fondos europeos o la evolución tanto de la situación sanitaria como del proceso de vacunación.
La prudencia que ha exhibido a la hora de hacer la revisión, con la vista puesta en el plan de estabilidad que remitirá en breve a Bruselas, le faltó por entonces, en un ejercicio que muchos tildaron por entonces de propagandístico y a los que el tiempo ha terminado por dar la razón.