Pere Aragonès recibirá hoy un revés en su sesión de investidura debido a sus frustradas negociaciones con Junts per Catalunya (JxCat). El republicano ha apostado desde un principio por un tripartito independentista, que le condenaba a pactar de nuevo con los neoconvergentes, a pesar de las peleas y las humillaciones sufridas en la anterior legislatura. Otra alternativa de izquierdas siempre fue posible. Pero renunció.