Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, apunta en la buena dirección al abordar el debate sobre la contaminación en la ciudad. Pero yerra en las políticas públicas para atajar esta polución.
La ordenanza de las Zona de Bajas Emisiones (ZBE) ha generado una impugnación por parte del sector del motor por una presunta chapuza en la confección de los estudios justificativos. La industria denuncia que el Gobierno que lidera, además, ha evitado en todo momento la interlocución con ellos, algo que también habría ocurrido en el diseño de la llamada Supermanzana Barcelona. Dialogar es clave en una gran ciudad como la capital catalana.