Miquel Sàmper, el titular de Interior del Govern de la Generalitat, no ha tenido una buena semana. No supo atajar una ‘rave’, en la tarde de fin de año, en Llinars del Vallès, y una vez comenzada la fiesta, tardó hasta 36 horas para desplegar un operativo de los Mossos d’Esquadra. Pero lejos de asumir sus responsabilidades, decidió cargar contra la consejera de Salut, por no presentar un protocolo que indicara qué hacer con los jóvenes que no utilizaron medidas de protección frente al Covid. Sàmper ha representado la incapacidad total de un Govern que hace aguas y que vive constantes enfrentamientos entre sus dos socios.