Santiago Abascal
Amenazar a un periodista porque no te gusta el tono de una información no tiene cabida en un Estado de Derecho como el nuestro. Ni siquiera debería estar permitido de forma velada. Que lo haga un partido político dice mucho de las carencias democráticas básicas que tiene la formación.
El ataque frontal que Vox lanza contra el empresario que está al frente de A3Media porque no están de acuerdo con el tratamiento de las noticias que dan sobre la formación merece una reprobación pública. A ver si los grandes defensores de España no han entendido que este es un territorio en el que la libertad de expresión está blindada, y no precisamente para coaccionar.