El consejero de Empresa y Conocimiento, Ramon Tremosa, se ha acercado por primera vez al empresariado catalán desde que tomó el relevo de una Àngels Chacón que, al final, se convirtió en una política apreciada por los agentes sociales. Tremosa inició su mandato con un mensaje claro de que su apuesta era Joan Canadell y los independentistas más radicales a los que representa. Ahora, rescata dos normas que estaban atascadas en el magma burocrático de su departamento para aproximarse a Pimec y Foment del Treball.
A ver si esta visión más plural de lo que realmente es el empresariado catalán se mantiene en las próximas semanas con la tramitación de la futura Ley de Cámaras de Comercio catalana. La norma que dejó a Chacón fuera del Gobierno catalán y que equipara la entidad de derecho público que preside la ANC a una patronal.