El líder de ERC, Oriol Junqueras, sigue sin apearse de la unilateralidad como vía para alcanzar la independencia de Cataluña. El dirigente ha vuelto a plantear la desobediencia como una "opción factible" para romper con España. Azuzado tal vez por las apelaciones del fugado Carles Puigdemont a la "confrontación inteligente", el político independentista no renuncia a un método que fracasó el 1-O, dividió a la sociedad catalana y provocó la suspensión de las instituciones de autogobierno.