Carles Puigdemont
Carles Puigdemont apunta y los CDR disparan. Los discursos incendiarios tienen consecuencias y tras llamar a derrotar al Estado español que ha comparado con los regímenes totalitarios del siglo XX, los vándalos independentistas han salido a la calles que siguen considerando suyas.
Con su discurso incendiario, el expresidente catalán se sitúa en la marginalidad al defender las posturas más radicales, lo que contribuye al hartazgo de los catalanes, que ni sienten la Diada como suya ni están dispuestos a secundar in eternum la "confrontación inteligente" del fugado.