El presidente del Parlament, Roger Torrent, denunció este martes que ha sido objeto de un ataque informático en su teléfono móvil y que habría sido “espiado”. Hace bien en reclamar que se investiguen esas prácticas y en que se tome conciencia de ello. Pero Torrent lo ha aprovechado para lanzar una campaña contra el “Estado español” y cargar contra una supuesta “causa general contra el independentismo”.
Torrent no dispone de ningún hecho concreto que pueda involucrar al Gobierno o a los poderes del Estado, pero ya ha iniciado una carrera para victimizarse y poner en jaque el Ejecutivo español. Y eso es lo que continuamente hace perder credibilidad al conjunto del independentismo.