La cascada de beneficios penitenciarios para los líderes del procés condenados por sedición empieza a ser escandalosa. Los últimos en disfrutar de unas medidas que la ley califica de "excepcionales" pero que en el caso de los dirigentes independentistas se han convertido en habituales son Oriol Junqueras y Raül Romeva.
Ambos podrán salir de la cárcel varios días cada semana pese a haber cumplido poco más de dos de los trece y doce años de la condena, respectivamente. No le falta razón a la fiscalía cuando denuncia un evidente trato de favor hacia estos reos por parte de la Generalitat, cuyo secretario de Medidas Penales, Amand Calderó, no debería seguir en su cargo.