Oriol Junqueras
Oriol Junqueras tuvo una oportunidad en el Parlament, con motivo de su participación en la comisión sobre la aplicación del 155, de esclarecer su proyecto político. Le pesó su tono religioso, como si fuera el vehículo de una fe, la independentista, que acabará por abrazar toda la sociedad catalana en un futuro inminente. Ofreció diálogo, y es cierto que Esquerra Republicana ha tomado distancia respecto a las acciones unilaterales que todavía defiende una parte del independentismo. Pero Junqueras sigue sin dejar claro por qué toda una clase dirigente se saltó las leyes con el argumento de que era un movimiento democrático. Este mismo martes, Junqueras insistió en que él defendió la democracia, cuando lo que ocurrió es que se subvirtió.