Félix Azón
Es difícil imaginar el motivo por el que los agentes de la Guardia Civil que se han desplazado a Cataluña deben adelantar de su bolsillo parte de los gastos que ese traslado ocasiona, como el alojamiento. Solo cabe pensar en un problema de gestión o de falta de organización, dado que es un movimiento de efectivos que se ha hecho en repetidas ocasiones y que ahora estaba más que previsto.
El director general del cuerpo, Félix Azón, debería tomar cartas en el asunto para que no vuelva a producirse un descuido así, especialmente gravoso en funcionarios no muy bien pagados que además se rigen por el reglamento militar, a diferencia de los otros cuerpos policiales, lo que les limita su capacidad de hacerse oír.