La Audiencia de Valencia ha condenado al BBVA a restituir a una empresa los 158.000 euros que el banco le había colocado en bonos de Abengoa y que perdió. El hecho de que la firma tecnológica estallase poco después del endoso, en abril de 2015, lleva a los jueces a pensar que la inversión era de altísimo riesgo.
Los letrados de la entidad financiera, presidida en aquella época por Francisco González, han tratado de defender que los clientes, unos pequeños empresarios del sector de la climatización, conocían suficientemente bien los mercados. En realidad, la cuestión no radica en los conocimientos del inversor, sino en los del banco. Tanto si sabía que Abengoa estaba a punto de suspender pagos como si no lo sabía, es evidente que el BBVA sí estaba obligado a saber qué riesgo tenía el producto que colocaba.