Sergi Sabrià
ERC trata de hacer equilibrios mostrando dos caras incompatibles entre sí. Por una parte, apela al diálogo con el Gobierno para superar la situación actual, pero por otra, temeroso de que el independentismo más radical les tilde de botiflers (traidores), muestra su versión más dura y rechaza cualquier acuerdo con el Ejecutivo nacional.
El presidente de los republicanos en el Parlament, Sergi Sabrià, ha presentado este lunes la campaña de su partido de cara al 10N que plantea que “la única salida posible al conflicto con el Estado español pasa por el diálogo”. Sin embargo, en el mismo acto Sabrià ha asegurado que “con este PSOE y con este PSC es imposible llegar a ningún tipo de acuerdo, no hay nada que hacer”. Soplar y sorber a la vez no es posible. Los dirigentes de ERC deberían empezar a aclararse sobre si quieren ser parte de la solución o seguir siendo parte del problema.