El nuevo presidente del Senado es una buena apuesta de Pedro Sánchez. Una de las mejores alternativas tras el frustrado intento de situar a Miquel Iceta al frente de una cámara a la que el Gobierno pretende darle mayor peso en su política para superar el conflicto territorial. Manuel Cruz es un convencido federalista con un espíritu constructivo aunque nunca se ha mordido la lengua a la hora de criticar los excesos del nacionalismo catalán, que también ha sufrido en sus propias carnes. En una entrevista para Crónica Global, el nuevo presidente de la Cámara alta muestra un talante enfocado a buscar acuerdos que nadie duda que mantendrá durante todo su mandato.