El consejero de Territorio, Damià Calvet, es el perfecto ejemplo de la poca gracia que le hace a JxCat regular el precio del alquiler en Cataluña, una demanda de sus socios de Gobierno que choca contra sus posicionamientos políticos más básicos. Calvet se hizo el remolón y finalmente ha dado luz verde a una normativa que se ha anunciado en plena campaña electoral y a la que los candidatos de su partido han declinado apelar. Además, tendrá un impacto casi nulo en los arrendamientos tal y como denuncia incluso el Sindicat de Llogaters. ¿Sólo se ha aprobado para contentar a los republicanos?