Los funcionarios de las prisiones catalanas han estallado ante las innumerables agresiones de las que son víctimas a la hora de desempeñar su trabajo, cada vez más frecuentes y más graves. Los trabajadores responsabilizan de esta situación a la Consejería de Justicia, presidida por Ester Capella, por la falta de contundencia a la hora de aplicar el régimen disciplinario. Es digno de aplauso que Justicia implemente campaña destinada a reducir el tabaquismo en las cárceles pero debería priorizar sus esfuerzos en solucionar conflictos más trascendentes como el de garantizar la seguridad de los funcionarios.