La destrucción de parte de la catedral de Notre Dame de París, engullida por las llamas en un sobrecogedor incendio este lunes, ha generado una ola de solidaridad sin precedentes. Algunos de los principales empresarios franceses han reaccionado de forma inmediata anunciado donaciones multimillonarias para reconstruir esta joya del arte gótico. Entre ellos, destaca el caso de Bernard Arnault --dueño del grupo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) y una de las mayores fortunas del planeta-- que aportará 200 millones de euros para que el famoso monumento recupere todo su esplendor. Un altruismo de este calibre es digno de reconocimiento.