Rafael Ribó
El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, acierta cuando le recomienda al presidente de la Generalitat, Quim Torra, acatar la orden de la Junta Electoral Central y retirar las simbología independentista de los edificios autonómicos. Sin embargo, se equivoca cuando matiza su consejo y apunta que la neutralidad de la administración solo debe mantenerse “de forma excepcional” durante los periodos electorales. Además, a Ribó le pierde el ansia por ser protagonista, pues entre sus competencias no está ninguna función mediadora entre el ejecutivo autonómico y la Junta Electoral Central, tal y como le ha atribuido Torra, por lo que debería haberse inhibido de esta cuestión.