El secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía de la Generalitat, Oriol Amorós, ha dado la cara tras los últimos ataques racistas a los centros de acogida de menores extranjeros no acompañados (MENA) de Castelldefels y Canet de Mar. Sin embargo, su argumentación de que se trata de casos aislados no ha servido para tapar la pésima gestión desarrollada por el ejecutivo autonómico en este ámbito. De hecho, la Generalitat actúa de una forma muy similar a la que denuncia que hace el Gobierno, en el sentido de que ha trasladado a grupos de menores a diversas localidades catalanas sin informar de ello a los ayuntamientos. Amorós debería ponerse las pilas.
Oriol Amorós
12 marzo, 2019 00:00Addoor Sticky
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