Los Mossos d'Esquadra han cargado sin contemplaciones contra los activistas independentistas que han intentado reventar de forma violenta sendas manifestaciones en Terrassa (Barcelona) y Girona este jueves con motivo del 40 aniversario de la Constitución. La dirección de la policía autonómica ha defendido sus actuaciones como "correctas y adecuadas" porque su obligación es garantizar el derecho de manifestación de todos. Se trata de una posición impecable en una democracia. Sin embargo, la Consejería de Interior, comandada por Miquel Buch, no siempre ha tenido la misma diligencia ante otras acciones ilegales de los CDR --"yo puedo ser CDR", llegó a declarar-- o del independentismo radical en general. Basta con recordar los ataques impunes contra jueces y juzgados, contra sedes de medios de comunicación constitucionalistas --como Crónica Global-- o el olvido de las diligencias abiertas durante el 155 contra agentes de la policía autonómica por su falta de neutralidad y activismo secesionista.