El día que recaló Rakuten en el FC Barcelona el barcelonismo se preguntó quién estaba detrás de este monstruo del comercio electrónico que había conseguido desbancar a unos cuantos poderosos candidatos que aspiraban a poner su marca en la camiseta del Barça. Detrás estaba Hiroshi Mikitani, el amo de esta compañía japonesa, fundada por él en 1997 y que factura unos 5.500 millones de euros a nivel global y emplea a unos 10.000 trabajadores.
Mikitani, de 52 años, estudiante de Harvard, con experiencia en el mundo de la banca y todo un apasionado de los deportes, tiene un afán expansionista propio que ha sabido transmitir a su empresa. Con aspectos tan curiosos como la "anglonización", un plan para hacer del inglés el idioma corporativo de la compañía con el objetivo de sentar las bases para una expansión global a todos los niveles. Una estrategia empresarial que ahora el Barça se lo está poniendo en bandeja a este titán de los negocios que, como se puede comprobar, no está desaprovechando.