Carles Puigdemont (d), presidente de la Generalitat, despide a Jordi Baiget (i) de la consejería de Empresa y Conocimiento / EFE
Carles Puigdemont
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sigue enrocado. A pesar de que tribunales, gobiernos de múlitples democracias occidentales e instituciones internacionales le han advertido de que el referéndum secesionista que promueve para el 1-O es ilegal e ilegítimo, él sigue empeñado en seguir adelante.
Este martes, durante los dos actos de presentación de la ley del referéndum ha quedado claro que no piensa dar un paso atrás en su proyecto rupturista unilateral. Y al que se ponga de perfil, se lo llevará por delante, como se ha podido comprobar con el caso Baiget.
El choque de trenes parece inevitable. Y Puigdemont será uno de los principales responsables de las dolorosas consecuencias de esta locura colectiva.
