Los barracones escolares se han convertido en un problema endémico en el sistema educativo catalán. Nada menos que un millar de módulos prefabricados en los que los alumnos han tenido que soportar la ola de calor del mes de junio.
La consejera de Educación, Meritxell Ruiz, no parece darle excesiva importancia al hecho de que Cataluña sea la comunidad española con más construcciones de este tipo, inexistentes en otras autonomías como Madrid, Canarias o Castilla y León.
Ruiz responde a la defensiva cuando la oposición le recrimina esa falta de calidad en la enseñanza. Dice que denunciarlo es demagogia. Y callar, ¿cómo lo calificaría?