Los devaneos independentistas de los Grífols, dueños de la homónima multinacional sanitaria con sede en Cataluña, no les han salido tan rentables como se podía esperar.
A pesar del apoyo de Víctor Grífols --expresidente, hermano y padre de los actuales consejeros delegados del grupo de hemoderivados, Raimon Grífols y Víctor Grífols Deu, respectivamente-- al procés, ninguno de los miembros del clan familiar ha sido includo en el grupo de embajadores de la candidatura de Barcelona como sede de la Agencia Europea del Medicamento.
Un revés que no ha sentado nada bien a los mandamases de la mayor empresa de salud del pais.