Aunque su actuación en el caso del Banco Popular ha dejado mucho que desear, en el caso de Liberbank la intervención de la CNMV ha sido eficaz.

Si el regulador de los mercados hubiera seguido arrastrando lo pies, como hizo cuando la especulación en torno al banco desaparecido, a estas horas nos encontraríamos a las puertas de otro desastre.