La AP-7 sembrada de radares móviles
La siniestralidad de la AP-7 lleva de cabeza al Servei Català de Trànsit. Los accidentes se multiplican en esta vía desde que los peajes dejaron de existir y los atascos son el pan nuestro de cada día. Para paliar en lo posible el número de accidentes y que los vehículos se adapten a la velocidad máxima de 120 kilómetros por hora, el Govern de la Generalitat ha sembrado la vía de radares móviles.
En un tramo de unos 30 kilómetros, desde el antiguo peaje de Martorell hasta la salida de Vilanova i la Geltrú y Sitges, los radares móviles se han multiplicado. En estos días de operación salida de Semana Santa en el tramo dirección Vilafranca se han situado cuatro radares. En el tramo hacia Martorell han sido colocados tres radares móviles.
Nadie se puede llevar a engaño porque los anuncios de “control de velocidad, por la seguridad de todos” son una constante en este tramo que ha recogido una buena parte de la accidentabilidad de la AP-7 provocando colas inacabables. La causa más común el exceso de velocidad.
En resumen, más seguridad y seguramente más recaudación. Este tramo parece especial, pero aunque no sea el único con sistemas de control de velocidad sí es el que mayor número de radares móviles acumula.