La plaza Antonio López, viva y coleando
“El cambio de nombre ha sido reconocido y aprobado por todas las partes implicadas en el ámbito histórico, social y municipal y ya forma parte del nomenclátor actual de la ciudad”. Así reza en la web del Ayuntamiento de Barcelona el cambio de nombre de la plaza Antonio López, primer marqués de Comillas, por el de Idrissa Diallo, inmigrante que falleció en el CIE de Barcelona, donde fue trasladado tras su salto a la valla de Melilla, y por el de plaza de Correos, delante de su sede histórica.
El pleno del Distrito de Ciutat Vella aprobó el cambió de denominación de este espacio el 15 de julio de 2021. El consistorio dirigido por Ada Colau hizo un gran despliegue propagandístico para escenificar el cambio de las placas que indicaban que Antonio López había pasado a la historia y su estatua pasó al almacén municipal. ¿Desaparecido? Pues no tanto. Los indicadores peatonales situados en la Barceloneta, la Rambla, el Raval o La Ribera siguen indicando la plaza de Antonio López casi dos años después del cambio de nomenclátor a bombo y platillo. De la plaza de Correos o de la plaza de Idrissa Diallo, ni rastro. Todo un éxito de gestión de la alcaldesa Colau porque la plaza de Antonio López sigue viva y coleando.