Colomines está rabioso por la victoria de Turull
Agustí Colomines siempre apuesta a caballo perdedor. En los últimos meses, el historiador se ha arrimado a Laura Borràs, quien ayer sufrió un batacazo en las elecciones internas de Junts per Catalunya (JxCat). Fue Jordi Turull quien ganó por goleada a la presidenta del Parlament, suspendida de sus funciones tras ser procesada por supuesta corrupción. De ahí que Colomines se dedique ahora a despotricar del secretario general del partido por desmarcarse de la estrategia rupturista de Borràs.
"Ahora que Junts ha certificado que la pluralidad no existe, porque todo el poder está en manos de los exconvergentes de derecha, el siguiente paso debería ser disolver las corrientes y acabar con la ficción. Por el momento, han perdido 2.000 militantes", ha escrito Colomines en su perfil de Twitter.
Curiosamente, Colomines entró en política gracias a esos "convergentes de derechas", léase Artur Mas, a quien asesoró en su deriva independentista. Previamente había sido director de la fundación CatDem, vinculada a CDC y asociada a las mordidas que destapó el caso Palau sobre la financiación irregular del partido. Colomines dimitió de ese cargo y pasó a dirigir la Escuela de Administración Pública de Cataluña, donde se propuso formar a una generación de funcionarios al servicio del procés. La aplicación del artículo 155 supuso la destitución del historiador, que ya nunca más sería recolocado en el Govern. Algo que nunca a perdonado a los neconvergentes, y mucho menos a ERC.
El historiador optó entonces por arrimarse a Borràs y a Carles Puigdemont y, actualmente, forma parte de un think tank del Consejo para la República, una especie de gobierno fake creado a la medida del fugado.
En fin, que Colomines no da pie con bola.