Ratonera para conductores en El Prat
La entrada de vehículos en el aeropuerto es una constante. Miles de coches llegan a la T1 a diario y no siempre se respeta la velocidad máxima de 80 kilómetros por hora. Más bien al contrario. Los vehículos enfilan la recta de llegada como si del circuito de Montmeló se tratara.
Hoy se han ubicado hasta cinco radares móviles desde la autovía hasta la terminal llegando desde Barcelona. Son radares de pequeño formato separados por un centenar de metros uno de otro. Todavía no están conectados, pero para cuando lo estén el aeropuerto se convertirá en una ratonera recaudatoria para la Generalitat y en un calvario para quienes quieren apurar su llegada a las instalaciones aeroportuarias.